Cualquier disciplina requiere esfuerzo, quizá alguna técnica concreta. La disciplina se requiere si queremos ser serios en relación a un compromiso adquirido con la vida y con el ser humano. Requerimos de una disciplina. Contra más comprometidos con la vida y más respetuosos con uno mismo, más consistente y solida es nuestra disciplina.
La meditación no es una disciplina, pero no hay menera de llegar a ella sin disciplina. La meditación es en cierta menera trascender nuestra propia disciplina. Es la comprensión de nuestro propio esfuerzo en relación al congénere y a nosotros mismos. Es la cúspide del Yoga.
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